El Real Madrid acabó con su sequía de títulos y lo hizo ganando uno que se le resistía hace 18 años.
La primera parte fué para el conjunto blanco, que con Pepe en el trivote, supo parar a Messi y compañía y crear varias ocasiones de gol cómo cabezazo al palo de Pepe. El Barça sólo fué capaz de lograr un disparo desde fuera del área de Xavi con un Villa desaparecido que se enzarzó con Álvaro Árbeloa al darle una fea patada que debió ser roja cuando el balón no estaba en juego.
En la segunda parte el dueño y señor del partido fué el Barça, al que le anularon justamente un gol de Pedro en fuera de juego. Dominó de cabo a rabo toda la segunda parte con numerosas ocasiones, pero una y otra vez se topó con el guardameta local, Iker Casillas.
Llegaban con resultado gafas a la prórroga y con un gran desgaste físico. Era más de lo mismo pero con un Madrid mejor plantado a la contra, hasta que en el minuto 102" una buena pared entre Marcelo y Di María y el posterior centro de éste último acabó en un gran cabezazo de Cristiano Ronaldo al que nada pudo hacer Pinto.